Nueva Semilla

        Bautizo  doble

      Ayer sábado, 8 de septiembre festividad de la Natividad de la Santísima Virgen, fiesta celebrada en muchas localidades con diversas advocaciones como La Virgen de la Encina, patrona de El Bierzo y Ponferrada, también fue un día alegre y especial en nuestra comunidad parroquial de Villasinta.

      Ese día, a las trece horas, el repique y volteo de campanas anunciaban y convocaban  a todos los feligreses  a presenciar y compartir la alegría de que dos niñas mellizas, representadas por sus padres y padrinos, iban a solicitar su ingreso en esta comunidad parroquial y para ello solicitaban para ellas el sacramento del Bautismo.

      Como podéis ver por las fotos que se adjuntan, fueron recibidas por el párroco celebrante, D. Jesús Miguel Martín, a la puerta de la Iglesia dando  comienzo a la ceremonia de ingreso en esta comunidad.

      Una vez aceptada la petición, entraron en el templo comenzando la ceremonia en la que los padres, padrinos, familiares, invitados y feligreses de Villasinta hemos sido testigos de este bautismo de las dos hermanas mellizas, nacidas el 30 de Enero y que recibieron los nombres de ALBA e IRIS y que fueron presentadas por sus padres Felipe Gutiérrez y Mª Mar Nicolás, vecinos de Villasinta, junto con sus padrinos, quienes pidieron el bautismo para ellas y se comprometieron a  su formación en la fe cristiana.

      Finalizada la ceremonia, IRIS y ALBA, fueron presentadas ante el altar de la Virgen del Camino y, como es costumbre en esta Parroquia, se cantó La Salve a la Virgen, pidiendo la protección de La Virgen para estos dos nuevos miembros de la Parroquia.

      Desde aquí queremos enviar nuestra más cordial felicitación a sus padres, Felipe y Mª Mar, padrinos, abuelos y todos los familiares.

      Al finalizar el acto, se ofreció un “vino español” a todos los presentes y se tiraron los clásicos “confites” y caramelos para alegría y jolgorio de los “peques” y no tan peques.

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      No quiero terminar sin hacer una pequeña consideración o advertencia.

      El Bautismo es un sacramento importante en nuestra fe católica y es la puerta de entrada en nuestra comunidad parroquial.  La comunidad parroquial, según costumbre ancestral, recibe la petición del neófito, por medio de sus padres y padrinos,  y lo integra en la comunidad con el mayor gozo y alegría.

      Por todo ello la costumbre tradicional era anunciar dicho acontecimiento a toda la comunidad con antelación y por los medios acostumbrados, celebrar el bautismo dentro de la misa dominical con presencia de la mayor parte de la comunidad religiosa local, ser testigos de la petición de entrada y recibir con alegría al nuevo miembro de la misma.    

      Una vez finalizado el acto, ofrecer a La Virgen del Camino, en el altar de su capilla,  al nuevo miembro de la comunidad, pidiendo su ayuda y protección para él y su familia con el canto solemne de La Salve por parte de todos los presentes en el acto.

      Para finalizar, en la entrada de la Iglesia, los padrinos y padres lanzan los clásicos “confites” y caramelos para que sean disputados por los niños, y “no tan niños” como señal de alegría y agradecimiento.  

      Creo que esta forma tradicional de celebración, concuerda plenamente con las normas de la Iglesia y no conozco los motivos personales por los que últimamente se han cambiado.

       Nuestro deseo es que sigamos con la tradición.

                                                









   

      ¡¡¡¡¡ ALELUYA…!!!!!   

     Que veamos crecer sanas y robustas en la fe  a  ALBA e IRIS, estos dos nuevos miembros de nuestra comunidad parroquial.