Iglesia de San Miguel de Navatejera
“ …. La Iglesia que RECORDAMOS..”
Continuando con la
muestra de maquetas, vamos a avanzar un paso más.
La
exposición arranca con la Iglesia de San José de las Ventas, por ser la sede de
la Agrupación Parroquial San José a la que pertenecemos y que vimos en el
primer artículo.
Siguiendo el orden de la muestra seguiremos la carretea
León-Collanzo y nos iremos deteniendo en Navatejera, Villaquilambre y
Villasinta, por este orden según el camino y la muestra, aparte de eso son las
más antiguas de la Agrupación, las tres son del siglo XVI o principios del
XVII.
Levantando la vista de la imagen del misal en el que terminamos en el
primer artículo, nos topamos de frente con la bella imagen de la maqueta de la
Iglesia de San Miguel de Navatejera. Si conoces la Iglesia actual dirás que en
poco se parece esa maqueta a ella.
Todo
tiene su explicación. En esta maqueta, salida de las manos sabias y expertas de
los hermanos David y Andrés Robles de Celis, han puesto todo su interés y
especial cariño para reproducir la Iglesia de su niñez, la Parroquia de San
Miguel Arcángel de Navatejera, y la hicieron no como está ahora, después de la
reforma de 1999, sino como la recuerdan de su niñez cuando jugaban en sus
alrededores y se iniciaron en la fe, de esto hace más de sesenta años.
Esta Iglesia sufrió una gran reforma en los años noventa que la trasformó en la Iglesia actual, inaugurada en 1999.
En las
imágenes que se acompañan podéis ver la gran diferencia entre la Iglesia actual
y la antigua representada en la maqueta.
En el panel de fotos podemos ver los objetos religiosos más valiosos artísticamente, destacando entre otros: Un bello retablo rococó del siglo XVI en el Altar Mayor, coronado con los dos famosos “angelotes”.
Destaca también la nave central construida con bellos arcos de ladrillo mozárabe, La imagen de San Miguel Arcángel, su patrono, y una cruz procesional de gran valor artístico.
El
presbiterio está coronado por una fina bóveda
Para finalizar y enlazar con la siguiente maqueta, hemos colocado tres candeleros, procedentes de los vecinos de la parroquia de Villasinta, que con su correspondiente vela se llevaban el día de Jueves Santo para alumbrar, durante el día y la noche, al Señor expuesto en el monumento.