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domingo, 19 de enero de 2020

RECTORAL


¡¡Adiós ! a..
    La Casa Rectoral..  

  
      Vivimos unos días tristes, bueno tristes quizá no pero muy nostálgicos para muchos de nosotros.

      Estamos asistiendo al derribo y desescombro de nuestra  antigua y querida “Casa Rectoral”.

      Los penetrantes y rígidos dientes del cazo de una poderosa máquina moderna han horadado los tejados de la Casa Rectoral y han penetrado en los tapiales centenarios de sus paredes, convirtiéndolo todo en un solar de escombros.

      Los tiempos van cambiando y la nueva forma de vivir, hace desaparecer esos edificios que daban señorío al pueblo y que todos les vecinos se enorgullecían por tenerlos, considerándolos como propios.

      Así en Villasinta, hemos visto desaparecer la Casa de Concejo, trasformar las escuelas y ahora vemos caer la “Casa Rectoral”.

      La Casa Rectoral era la casa que se ofrecía como vivienda para el Párroco que venía a vivir al pueblo como un vecino más, para ser pastor espiritual de todos y atender sus necesidades religiosas y corporales.

      La Casa Rectoral de Villasinta era un edificio grande, bien situado y que tenía todos los servicios necesarios para una cómoda vida rural en tiempos en los que la única forma de vida era la labranza.

      Estaba dotada de cuadras y pajares adecuados al ganado, amplios corrales para criar aves y conejos, un buen  horno para cocer el pan y una cocina para curar la matanza con un buen pozo que surtía de agua a todo el edificio.

      La vivienda estaba dotada de cocina, despensa , salón-comedor y archivos parroquiales.

      En la planta superior tenía varios dormitorios para inquilinos y visitantes.

      Esta casa que hoy ha desaparecido, fue la residencia de los párrocos y su familia durante más de tres siglos.

      El tiempo y el abandono la habían convertido en una ruina.

      Hace más de tres años, en Septiembre de 2016, se vendió en pública subasta a un vecino de Villasinta y, ante la declaración de ruina, sus propietarios la han derruido.

      Con ella se han ido muchos recuerdos y acontecimientos de la infancia y juventud de nuestra generación.

      Al ver estas fotos nos entra cierta nostalgia, pena y nos llenamos de recuerdos vividos a su alrededor.                                                                                                              
                                                         O. Puerta